sábado, 9 de octubre de 2010

HOMENAJE A JOHN LENNON



La revolución de John Lennon

John Lennon: un artista y un revolucionario

El ocho de diciembre, todos pensarían que es una fecha más para la historia de la música, que es la conmemoración por la muerte de un artista más, pero no es así. No es así porque John Lennon no fue sólo un compositor al que le obligaron a cerrar los ojos un día como ayer, pero hace 29 años. Uno de los cantantes de The Beatles fue un luchador, un revolucionario, un pacifista que siempre, pero siempre, quiso ante todo la paz y el bienestar de los demás a través del amor. No es un detalle menos para este gran artista y aún más, gran persona.

John Lennon

Integrante de una de las bandas más influyentes, más destacadas del mundo de la canción popular: The Beatles. Luego, ese galardón lo mantuvo intacto y le sumó su lucha y sus ideales a su etapa de solista.

En los años 70, el mundo afrontaba un cambio radical en el pensamiento, y Lennon aprovechó para bien la influencia que tenía en la juventud por sus opiniones políticas, su compromiso por la paz y en contra de las guerras. Y ese mensaje se hizo muy claro luego de dejar la banda –aunque en aquella época también las tenía-, sólo basta leer, mejor dicho escuchar, sus canciones.

The Beatles

Ayer, pero hace 29 años, un supuesto fanático le puso fin a la vida del artista fundamental de la revolución musical de la década de los 60, al icono que le dio vida a las utopías de la generación del “Power Flower”, al activista que se plantó frente a la guerra de Vietnam y pidió que la paz fuera al poder. Un verdadero líder para un pueblo que necesitaba levantarse y luchar, que necesitaba creer y crecer. Este día John se convirtió en un mito, en una gran leyenda. En una piedra en el zapato del imperialismo y sus ideas de dominio, si, así es. Este cantante fue investigado durante años por el FBI por la influencia que este personaje tenía por sobre la sociedad y en especial por su lucha contra la Guerra de Vietnam.
Fuente:
http://elairelibre.wordpress.com/2009/12/09/la-revolucion-de-john-lennon/


UN PARALELO, DOS REVOLUCIONES 1917 - 1960

En agosto de 1917 una agitada y pobre Rusia zarista se estremecía entre conatos de sublevación obrero-campesina y un partido comunista que discutía con voces Bolcheviques, por un lado, y Mencheviques por el otro, la insurrección armada.

Los comunistas celebraron en Petrogrado el VI Congreso del partido, en la absoluta clandestinidad, y en circunstancias muy difíciles para los revolucionarios rusos, momentos aquellos, donde se desarrollaba una encarnizada lucha ideológica por parte de la prensa burguesa y pequeño burguesa en contra de los comunistas. El gran ausente en el Congreso fue Lenin, quien por motivos de seguridad no pudo participar en él.

La Revolución de Octubre estalló en un momento histórico en que las grandes potencias occidentales se enfrentaban unas con otras por alcanzar el dominio geo-político en el mundo y las contradicciones antagónicas en el seno de la Revolución Democrática Burguesa, que en febrero del mismo año había derrocado al imperio zarista, contribuyeron a evitar la intervención directa, en esos días de los Estados amigos del Gobierno Provisional en los asuntos internos de Rusia. La dualidad de poderes, entre el Soviet de diputados obreros y
soldados liderado por Lenin y el Gobierno Provisional que representaba los intereses de la burguesía y los grandes terratenientes, hacía inviable la revolución de Febrero.

El 10 de octubre de 1917, una semana antes de la toma del poder, se celebró la histórica sesión del Comité
Central del Partido Comunista (b), en la que se acordó dar comienzo a la insurrección armada pocos días después. Las condiciones político-militares a nivel nacional como internacional estaban dadas y la acumulación de fuerzas revolucionarias desplegadas ponía la orden del día la insurrección armada. El 17 de Octubre triunfa la revolución bolchevique liderada por Lenin, Trotski, Stalin, Molotov y otros, quedó estampada en la historia como una guerra de liberación, revolucionaria y justa.

El 18 de agosto de 1960, es el inicio de otra revolución, que conmovería el mundo entero. El grupo musical británico conocido como los Beatles, da su primer concierto oficial en la ciudad de Hamburgo/Alemania, con
la agrupación que a la postre se haría tan famosa: Lennon, Paul, George y Ringo

“…tu dices que quieres hacer la revolución, bien tu sabes, que todos queremos cambiar el mundo…”,


escribían Lennon y McCartney en 1968 en plena guerra del Viet Nam, cuando las bombas de Napalm, fosforo blanco y el agente naranja hacían estragos en la población civil de Viet Nam del Norte. En los días en que General Westmoreland se vio sorprendido por la ofensiva general de los Vietkong denominada Tết Nguyên Đán (fiesta del primer día del año vietnamita) que obligó a sus tropas a replegarse, y en algunos casos en desbandada.

Pero ni las canciones pacificas de los Beatles ni las apelaciones de Bob Dylan lograron apaciguar los impulsos bélicos de la administración norteamericana. Tanto Johnson como Nixon, quienes prometieron
en sus campañas electoreras terminar con la guerra, una vez elegidos intensificaron la guerra y a la paloma de la paz la metieron en una jaula de oro. Al final de la guerra de Viet Nam, habían muerto alrededor de más de 3.6 millones de seres humanos, sin contar los heridos, lisiados y desaparecidos en acción. La guerra contra el pueblo de Viet Nam es el paradigma de una guerra imperialista, injusta y criminal.

Ciertamente un argumento irrebatible en pro de la paz.

Pero imaginémonos, como lo hizo un día Lennon, un mundo donde no haya fronteras ni muros ni ríos que cruzar
para evadir la muerte disfrazada de miseria y hambre; un mundo donde no haya países
que invadan y hagan la guerra a destajo; un mundo donde la única ideología sea el amor por la humanidad; un mundo donde
no haya divisiones de clase, sexo, color de piel; un mundo donde reine la paz y
no la ley del más fuerte; imaginémonos ese mundo y preguntémonos:

¿Quién impide el sueño de John?

Roberto Herrera 17.08.2010