lunes, 16 de noviembre de 2015

POR EL RENACIMIENTO DE UNA COSMOVISIÓN PANARABISTA



Para comprender la situación actual



Susana Khalil/Resumen Medio Oriente/Rebelión, 29 de octubre de 2015 –
Desde la Palestina errante¹

Soy árabe y llevo por dentro un persa, un kurdo, un beduino, un arameo, un samaritano, un caldeo, un amazigh, un turco, un armenio, un griego, un africano, una Andalucía y una Roma. Soy árabe y llevo por dentro un maronita, un melquita, un nestoriano, un ortodoxo, un druso, un copto. Soy árabe y llevo por dentro un cristiano, un musulmán, un judío, un zoroastro. Soy árabe y llevo por dentro una ramera, la Magdalena, y llevo por dentro una virgen, María. Soy árabe y llevo algunos modales campesinos, herencia directa de mi madre y padre. Soy árabe y llevo por dentro el milenario aroma y memoria de Bagdad, la Mesopotamia, Babilonia y Sumeria, Irak. Soy árabe y llevo por dentro el papiro, las pirámides y la biblioteca de Alejandría, Egipto. Soy árabe y llevo por dentro una conciencia y sentimiento del esplendor levantino, el alfabeto de Ugarit, Siria. Soy árabe y llevo por dentro el purpura de los pescadores de la Canaán-fenicia, libanesa. Soy árabe y llevo por dentro el cananeo-nabateo de Petra, Jordania. Soy árabe y llevo por dentro las féminas cerámicas cananeas de Jericó y las sagradas orgías de Canaán, Palestina. Soy árabe y el Yemen es la madre de las arabias. Soy árabe y no alcanzo tener por dentro como si tuvo mi abuelo el referente e imaginario de la India que también marcó a la cultura árabe. Soy árabe y llevo por dentro el lamento e ira del sometimiento a la mujer árabe en nuestra sociedad. Soy árabe, fin del sionismo y fin de la petro-tiranía saudita. Desde la Palestina errante, soy árabe y llevo por dentro Al-Nakba ² y llevo por dentro Al-Awda³…

No busco evocar una bohemia o un romántico barniz sino que rehúso la ceguera al ignorar el intrínseco sincretismo del mundo árabe. Mientras la acuarela cultural de determinados pueblos es ilustrado por su pluralismo, diversidad e historia pero cuando se trata del caso del mundo árabe es visto como complicado. Lamentablemente la negligencia intelectual recurre como autómata a reducir al mundo árabe a una mercancía religiosa. El tarado orientalismo prevalece en el sacerdocio intelectual y últimamente en el operante asalariado del academic reality show de los Think Thanks.

Es frecuente escuchar decir que las grandes guerras de la historia de la humanidad fueron por razones religiosas, eso no es cierto. Las guerras fueron y siguen obedeciendo a una razón de dominación en pro de la expoliación de los recursos naturales. Y para ello se hace necesario o implica la instrumentalización de un manto simbólico de valores humanos. En tiempos pasados los valores humanos giraban en torno a Dios. Dios fue el sentido humano o valor estético, Dios fue la belleza humana. Hoy dentro de nuestras sociedades seculares, el sentido o los valores humanos giran entre otros en torno a la democracia, la libertad y los derechos humanos.

A pesar del antagonismo entre el factor tiempo y valores humanos (teocracia-secularismo), donde las guerras no fueron por razones celestiales como tampoco lo son hoy por la democracia, la libertad y los derechos humanos. Las guerras son debido al factor imperial y esa atrofia humana sigue vigente. Hoy está reivindicado el profundo clamor de los pueblos por los dignos valores de la democracia, la libertad, los derechos humanos e igualdad (este último término paradójicamente evitado en los discursos). La democracia, la libertad y los derechos humanos son el ideal, la convergencia de una sensibilidad racional y espiritual, es un deber ser y la razón de ser de la condición ciudadana, humana y el deseado destino de la historia contemporánea. Ahora, es allí que a su vez se convierte en una trampa tal como ocurrió con el sentido humano de Dios y esto es debido a que la humanidad aún no ha podido superar el lastre imperial.

Después de la II Guerra Mundial en el mundo árabe se impuso desde Europa un régimen colonial denominado Israel (un Israel que no guarda ningún vínculo histórico con el antiguo Israel). Ya en 1907 el informe científico del Primer Ministro Inglés, Henry Campbell Bannerman, exponía de cómo burlar el ciclo imperial, auge y caída, y más bien lograr perpetuarlo o prolongarlo. En la que en el mundo árabe había que impulsar la desintegración, división y separación en la región. Establecer entidades políticas al servicio de los intereses imperiales, combatir cualquier movimiento de unidad desde lo intelectual, cultural, étnico, histórico, político, religioso, económico, científico etc. Pero para lograrlo debe ser mediante la implantación de un “Estado agente”, con población extranjera afecta a Europa y a sus intereses. En 1917 el Imperio Británico, acuerda con el movimiento europeo sionista, la creación de un “Hogar Judío” en la Palestina Histórica. En 1948 el movimiento europeo sionista, impone el Estado colonial de Israel en Palestina. Ahora, la existencia del pueblo nativo palestino puede desaparecer. Ese Israel no solo es un clásico colonialismo sino que es además expansionista, de hecho no tiene sus fronteras definidas porque su colonialismo no se limita a la Palestina histórica sino al resto de otros países árabes.

La imposición europea del régimen colonial de Israel en Palestina es el factor principal de desestabilidad en toda la zona del Medio Oriente. Y no se trata de una retórica de querer echarle toda la cumpla al imperio. Así como la Santa Inquisición fue una amenaza para el indo-americano y para la humanidad, así como el nazismo fue una amenaza para Europa y para la humanidad. Así como el Club Biderberg es una amenaza para la humanidad, así como el terrorismo del Estado Islámico, Al-Nusra, Al-Qaeda (vinculados a Arabia Saudita, Catar, Europa, Estados Unidos, Turquía, Jordania e Israel), es una amenaza para los pueblos árabes y la humanidad. El sionismo (Israel) es hoy la principal amenaza de los pueblos árabes y la principal amenaza a la humanidad.

Nuevo Orden Internacional

Existe en marcha el plan de hacer desaparecer los Estados-Nación árabes. Los pueblos, la ancestral diversidad cultural árabe, la historia e identidad y soberanía árabe está amenazada, el caso de Irak es abominable, y todo esto pasa a través del sacro manto de la democracia, libertad y derechos humanos. Estamos en el siglo XXI y la humanidad aún se encuentra atrapada en el anacronismo y la atrofia imperialista. Hablar de democracia, libertad y derechos humanos sin abordar la realidad imperial es impostor. Igualmente es impostor abordar la realidad imperial e ignorar la necesidad de la democracia, la libertad y los derechos humanos. Cuando se evaden estos valores se profana la lucha anti-imperialista que debería ser implícitamente humanista, además ignorar esta necesidad humana es técnicamente peligroso (darle pólvora al enemigo imperial), debido a que le facilita el espacio a los intereses imperiales ya que este último lo capitaliza. El imperialismo neoliberal instrumentaliza hábilmente ese vasto sentimiento humano… donde posteriormente lo estrangula sobre todo en los países de la periferia. Y no es cínico que una vez que instrumentalice los nobles valores humanos posteriormente los viole, eso es lo lógico, es la razón imperial. Ejemplo es Irak, donde se fue a derrocar un dictador etc., e instaurar la democracia.

La fugaz luz de la experiencia de las Rebeliones populares árabes (en sus inicios si fueron populares y pacificas). Es una sorprendente muestra de la gran penetración imperial en el Medio Oriente, es muestra de lo atado que están los pueblos árabes. No solo se observó el veloz secuestro de estas rebeliones populares, sino revertirlas donde se somete aún más a los pueblos árabes, de un devastador efecto hasta en lo antropológico, cultural, sociológico, histórico e historiográfico a fin de un reacomodo imperial en la zona.

Lejos de plantear un manifiesto panarabista pero frente a la puesta en marcha de pulverizar los Estados-nación árabes. Frente a la inhumana, cruel y sanguinaria realidad imperial que padecen los pueblos del Medio Oriente (con excepción -por ahora- de las Coco-Chanel dictaduras monárquicas del Golfo, núcleo árabe-musulmán aliado a los intereses imperiales), es afianzar ese sentimiento de identidad panarabista, como recurso de defensa.

El islam no puede ser el eje de los pueblos árabes, como nos lo quieren hacer ver y sentir, eso es un reduccionismo, el mundo árabe debe girar en torno a su propio sincretismo histórico. El mundo árabe no es una identidad monolítica, en la que se le confina al solo islam, una especie de Fukuyama: El fin de la historia.

“Que hay que ir a la mezquita para convencer a esa gente…”, eso puede ser una gran verdad hoy día, pero no fue esa la verdad en la época de mi abuelo, una generación de campesinos comunistas de orgánico temperamento panarabista, atentos a la Revolución Bolchevique. Esa misma generación posteriormente defraudada por Joseph Stalin al ver como la URSS fue el primer país en votar en la ONU por la Resolución 181, es decir la imposición del régimen colonial de Israel en Palestina. Mucha de esa dolida decepción de la izquierda árabe fue capitalizada por la infiltración británica a través de su agencia de espionaje, La Hermandad Musulmana. Pero las condiciones del período de la Guerra Fría hizo prevalecer una efervescencia progresista y de izquierda en el mundo árabe, pero a la caída del bloque socialista que desarticuló a la izquierda mundial y ante ese vacío ideológico la religión se convierte en una alternativa tanto en Latinoamérica y el África de manera solapada y claramente en el mundo árabe.

En qué términos denominamos a los árabes, los seguimos llamando –El complicado mundo árabe– o más bien ver la realidad imperial y sionista que amenaza a los pueblos árabes, amenaza que a su vez frena en gran parte la posibilidad de democracia y libertad. Claro que el mundo árabe es complicado, pero ¿qué pueblo no es complicado?

El efecto dominó de las rebeliones populares árabes es una muestra o un sui-generis panarabismo, no en vano vimos como terminó en la rápida inyección de una mega articulada logística de cientos de miles de mercenarios del mundo, muchos psicópatas asesinos para impedir cualquier avance popular árabe y que después se hizo propicia para fracturar los Estado-nación árabes y toda su natural diversidad e imponer un fascismo islámico. Provocar divisiones territoriales, fragmentar para así someterlos más. Esto en pro del proyecto del Nuevo Orden Mundial y por antonomasia en pro del expansionismo colonial de una Gran Israel.

El panarabismo no es una noción abstracta, es una noción y sentimiento omnipresente en el imaginario colectivo árabe de carácter político, cultural y afectivo.

No soy atea de las masas y expreso esto, ya que el panarabismo es una noción posible debido a que fluye del crisol de las multitudes. No creo en las parcelas territoriales, ejemplo: Lo mío es el Líbano y no me interesa el resto… (Obstinación suicidiaria), un nacionalismo con una carga clasista.

Sabemos del sectarismo en el mundo árabe, pero también sabemos a quién beneficia y cuán útil es para dominar y someter a los pueblos.

Revertir ese supuesto sectarismo en un fecundo pluralismo propio de la milenaria condición árabe y como bastión de defensa anti-imperialista y a su vez como avanzada democrática y de paz. He allí el panarabismo. Es verdad que se ha hecho apología del panarabismo y al mismo tiempo se ha practicado un sectarismo. Es evidente que esto amerita de una visión secular y laica, de inclusión muy ausente en todas las constituciones de los gobiernos árabes.

Sin complejos, sin el alienante y enajenante complejo cobarde y sumiso. Esto es una lucha anti-imperialista y anti-sionista. Sin complejos, hay que reivindicar, provocar el panarabismo, en compas universal y martillando nuestro propio mosaico arqueológico.
Que toda reivindicación, democrática, política, social, cultural, artística, filosófica, sociológica, religiosa, económica, sindical, estudiantil, de género, sexo-diversidad, industrial, científica, educativa, agraria, ecológico, urbano etc., emerja o porte una revolucionada cosmovisión de autonomía panarabista.

Notas:

1-Desde la Palestina errante.

Soy palestina y el régimen colonial de Israel no me permite vivir en mi tierra Palestina. No me permite tener mi nacionalidad palestina.
Mis padres son sobrevivientes de Al-Nakba, huyeron de Palestina, 1948, ya fallecieron y nunca se les permitió regresar a su patria palestina.
Mi tierra natal es Venezuela, soy latino-árabe e igualmente canadiense, pero el hecho de no poder vivir en mi patria palestina, eso hace de mí una refugiada palestina. Somos millones de palestinos con otras nacionalidades, pero tener otra nacionalidad no es motivo para renunciar a nuestro derecho de ser palestinos y vivir en nuestra patria palestina.

2-Al-Nakba.

Vocablo de la lengua árabe que significa, la catástrofe.
Es alusivo a la tragedia vivida por el pueblo palestino, matanzas y la mega expulsión de su patria, para instaurar el régimen colonial de Israel en 1948 en Palestina.
-Al-Awda.
Vocablo de la lengua árabe que significa, el retorno.
Es derecho de retorno que solicitan los más de 6 millones refugiados palestinos dispersos en el mundo.

de: Resumen Latinoamericano <resumen@nodo50.org>
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fecha: 29 de octubre de 2015, 20:25
asunto: [Diariodeurgencia] MARCHA POR PALESTINA EN BUENOS AIRES / ARGENTINA /EUSKAL HERRIA /CHILE /BRASIL / COLOMBIA/ TURQUÍA /PALESTINA /SIRIA
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