lunes, 1 de febrero de 2016

CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL: FIN DEL SISTEMA CAPITALISTA






Por: sputniknews.com

Como un tsunami, la Cuarta Revolución Industrial arrumbará las actuales estructuras del funcionamiento mundial. Y es que la economía y las estructuras políticas y sociales no están adaptadas para integrar la nueva revolución tecnológica o de la información, como se la conoce. Así lo entiende el profesor de Economía Política, Joaquín Arriola.


Pero no es el único que lo advierte. El asunto es que tema se metió de lleno en el Foro Económico Mundial de Davos, donde su fundador, Klaus Schwab, hizo un llamado a los líderes mundiales a revisar sus políticas para adaptarlas a los cambios que se avecinan: “aún no estamos suficientemente preparados para esta cuarta revolución industrial y temo que llegará como un tsunami y transformará todos los sistemas y procesos” dijo.

Pero no sólo golpeará en los sistemas y procesos. De hecho ya está aquí y está golpeando a la masa trabajadora. El Secretario General de UNI Global Union, Philip Jennings, otro motivo de preocupación es el aumento de la desigualdad. La falta de preparación a los cambios golpeará aún más a la clase media e incrementará los problemas de exclusión social que vive el mundo.

Estos cambios tecnológicos y demográficos destruirán más de siete millones de empleos antes de 2020, dos tercios de los cuales corresponderán a tareas rutinarias, trabajos de oficina y administrativos, cadenas de montaje, etc, según han manifestado en el Foro de Davos.

Joaquín Arriola opina que Hacen falta sistemas muy flexibles, abiertos y horizontales para que los efectos de la Cuarta Revolución Industrial sean positivos. Por el contrario, los sistemas verticales, cerrados, y excesivamente jerarquizados se encuentran con que no son capaces de adaptarse.

Para el economista, el problema es que el propio sistema capitalista ha evolucionado hacia una creciente centralización y concentración en las últimas décadas, por lo tanto no está en las mejores condiciones para asumir en términos positivos y de desarrollo económico y social el impacto de esta cuarta revolución, la de la información, que por el contrario exige una mayor horizontalidad y que en términos políticos se puede traducir en una mayor democratización de las relaciones productivas, no sólo de las relaciones políticas. Ese es el desafío profundo que plantea la revolución de la información.

Arriola indica que en el sistema “fordista” imperante hasta este momento, en su mayor parte la población es un sujeto pasivo sometido desde arriba, tanto a las reglas de la producción, como a las del consumo que son dictadas a través de la publicidad y el marketing. Mientras que la revolución de la información exige sujetos activos, protagonistas, y directores del propio proceso de producción y de transformación de los productos en objetos de consumo.

Algo que está en línea con el concepto “Knowmads”, del inglés “know” (conocer, saber), y “nomads” (nómadas), nómadas del conocimiento, acuñado por John Moravek, fundador de la plataforma digital Education Futures, y que alude a un trabajador innovador, imaginativo, creativo, abierto a la colaboración con casi cualquier persona, momento o lugar.

Joaquín Arriola afirma que el problema de fondo es que quienes están al mando de la actividad económica, pretenden integrar la cuarta revolución industrial sin poner en cuestión las estrategias y los procedimientos verticales de dirección y de control del proceso productivo y económico en general.




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