viernes, 22 de abril de 2016

ELECCIONES 2016: CENTRO DE ESTUDIOS DEMOCRACIA, INDEPENDENCIA Y SOBERANIA






-         LUCHA POPULAR CONTINUARÁ EN NUEVAS CONDICIONES
-         NINGUNA ILUSION FRENTE AL NUEVO GOBIERNO
-         CONSTRUIR DESDE LA BASE LA HERRAMIENTA DE COMBATE
-         CERRAR EL PASO AL PELIGRO PRINCIPAL ES LA PRIMERA TAREA

Han transcurrido casi dos semanas del proceso electoral del 10 de abril y el Perú se apresta a una segunda vuelta prefijada para el 5 de junio. El país desarrolla diversos balances de la experiencia vivida, pero como ya lo adelantamos a través de las expresiones de nuestros voceros, el pueblo no puede hacerse ilusiones. Cualquiera sea el resultado de la próxima confrontación, será el preludio de un escenario complejo y adverso para los trabajadores. La lucha continuará entonces, sólo que en nuevas condiciones.

UNA VICTORIA FRAUDULENTA QUE SE PRETENDE LEGALIZAR

Desde un inicio, nosotros denunciamos que la Mafia y el Poder de la Clase Dominante se apuntaban a recuperar las posiciones que vieran amagadas en los comicios del 2011, no obstante su condición  de principal responsable del deterioro y el envilecimiento de la vida nacional.

Señalamos que, en efecto a través de estas elecciones, se buscaba colocar al electorado ante una disyuntiva perversa: optar en una segunda vuelta, entre Keiko Fujimori y Alan García cuya candidatura se inscribía en los planes más precisos de la Casa Blanca. Estos propósitos no pudieron coronarse porque la figura del ex mandatario aprista llegó a la contienda fuertemente descalificada. La inmensa mayoría identificó a AGP como el político más corrupto de nuestro tiempo y le negó categóricamente respaldo, tanto a él, como a su circunstancial aliado, el PPC de Lourdes Flores. Alcanzaron, oficialmente  apenas el 5.6% de los votos.

Si bien la derrota de García fue el primer paso en la lucha contra el enemigo principal de nuestro pueblo, no fue posible obtener una victoria completa. Por el contrario, como se había pronosticado, Keiko Fujimori logró la primera votación en abril y ahora busca consolidar su avance en los comicios complementarios.

Y aunque algunos voceros de la Izquierda consideraron la votación del Frente Amplio como una verdadera victoria, ésta registra en realidad la calidad de un avance que podría consolidarse, pero también diluirse si no se afirmara de manera categórica un sólido esfuerzo unitario. Objetivamente la dispersión que afectó a las fuerzas democráticas y progresistas de la sociedad peruana, aun subsiste como una llaga abierta que afecta severamente la posibilidad de construir un país mejor.  

Es claro que para que todo esto haya ocurrido, resultó indispensable la colusión de las autoridades electorales en la comisión de diversas acciones que bien pueden considerarse fraudulentas. Ellas, desde un inicio, desalentaron a las fuerzas más avanzadas de la sociedad retardando –por ejemplo- y sin ningún motivo, la inscripción  del movimiento electoral de Vladimir Cerrón, que había cumplido largamente con los requisitos impuestos por ley. Sabotearon también el reconocimiento a la inscripción de Gregorio Santos, afectando sus posibilidades de alzarse como una figura neta en la izquierda, ensañándose en su condición de redo en cárcel aún sin sentencia.

Luego de la inscripción de las candidaturas presidenciales, las mismas autoridades resolvieron separar de la contienda a dos candidatos –Cesar Acuña y Julio Guzmán- atribuyéndoles supuestas faltas que, cuando ocurrieron, no estaban previstas como tales en la Ley Electoral. No obstante, cuando se demostró que tanto García como Keiko Fujimori habían cometido acciones similares, las mismas autoridades electorales las absolvieron de cargo alguno y les permitieron seguir en la contienda. Con su acción, modificaron radicalmente un escenario ya que estaba diseñando el marco de la derrota, sin atenuantes, de la Mafia.

Estas autoridades volvieron a mostrar su huella cuando, 24 horas antes de la votación, resolvieron "disminuir"  del 7 al 5%  la "valla electoral", favoreciendo impúdicamente al cogollo alanista del APRA.  El mismo día de la votación fueron denunciadas otras irregularidades. En Chiclayo y en Lima se repartieron votos marcados con el símbolo de la "K" –correspondiente a Fujimori- listos para ser insertados en ánforas. Esto se denunció, incluso, en el Consulado Peruano de Roma, sin que las autoridades electorales dieran explicación del hecho.

Pero la expresión más grave del fraude en marcha, pudo apreciarse a partir del anuncio de la votación presidencial formalmente reconocida. A Keiko Fujimori se le atribuyó un 39.8% de los votos cuando realmente alcanzó 26.2%. Los 13 puntos de distancia constituyen una ficción. Realmente, no existen. Fueron extraídos de una votación incluso opuesta: de los votos nulos, blancos o viciados que fueron considerados "válidamente emitidos" y "repartidos" entre los candidatos en forma proporcional a la votación por ellos alcanzada. Así, a la Fujimori le "sumaron" 13 puntos, a PPK 6 y a Mendoza 5.

Esta deformación pudo apreciarse incluso más en el contexto de la elección parlamentaria. Pese a la votación obtenida que bien podría haberle permitido alcanzar un 25% de curules en el Congreso –es decir, unos 30 congresistas-, las autoridades electorales le adjudicaron 72 parlamentarios concediéndole una mayoría irrita e ilegal, pero absoluta en el Legislativo.

Para eso, se valieron también de procedimientos inaceptables como el despojar a Cajamarca de los parlamentarios legítimamente electos, para reconocer como tales a los fujimoristas que obtuvieron una votación francamente inferior y recortar los votos a otras bancadas. Aunque el hecho está formalmente "en revisión", es posible que finalmente impere la decisión de los poderosos en el tema.  Por lo demás, el mismo FA debió alcanzar 4 escaños en Lima, pero su cuota fue reducida a 3 para que el Fujimorismo pudiese tener más escaños. 

Aunque muy recientemente "Democracia Directa" presentara un recurso de Nulidad de las elecciones, resulta muy improbable que progrese su propuesta. Lo hecho, finalmente contó incluso con el aval de los "observadores internacionales" que, aunque advirtieron distintas irregularidades, finalmente convalidaron lo actuado.

GANÓ LA CARTA DEL IMPERIO

De esta extraña amalgama de factores adversos se generó una realidad indeseada: ganó la Carta del Imperio. Aunque –como se ha señalado- no logró todos sus propósitos electorales, sí salvó al "Modelo" económico Neo Liberal y a la Carta Constitucional del 93; se puede decir que impuso al país sus principales objetivos. Hoy, todo el tinglado oficial -el Congreso de la República, el Poder Judicial, el Ministerio Público, el Tribunal Constitucional- está en sus manos. Incluso, el Poder Ejecutivo será monopolizado cualquier que fuere el resultado de la contienda de junio. Los dos candidatos de la "segunda vuelta", no obstante registrar leves "diferencias de estilo" en la gestión gubernativa, suscriben el mismo programa económico y la misma voluntad de sometimiento a los designios del Fondo Monetario y el Capital Financiero.

Mientras esta realidad subsista, nadie puede cantar victoria por más que haya obtenido más votos que otro en la contienda. Y es que se ha tratado de una derrota sin atenuantes para el movimiento popular y los trabajadores. No hay que engañarse con gritos triunfalistas, ni sembrar victorias ilusas.  En la perspectiva, sólo sacrificio y lucha, espera al pueblo.   

Al Gran Capital, lo único que le interesa es la tasa de ganancia, la recuperación del capital,  la protección de sus utilidades, su propio equilibrio financiero y los beneficios de su inversión. Para esos afectos, tanto del Programa Económico de PPK como el de Keiko serán similares. En el marco de esa situación peligrosa, uno y otra pueden recurrir a la fuerza contra el pueblo. Hay que estar preparado para ello y responder como sea necesario.

Perdieron los "Partidos Grandes", es decir, el APRA y el PPC, pero a ellos, ilegalmente, les conservaron la inscripción electoral para que queden como "carta de reserva"  del Imperio para consultas posteriores. El alud que derribo a García y a Lourdes Flores también llevó al suelo a Alejandro Toledo y otros politiqueros menores que jugaron un papel disociador en el pasado. Lamentablemente, nada de eso fue aprovechado por las fuerzas más avanzadas de la sociedad. 

HAY QUE HACER UN ANAISIS CRÍITICO DE LA DERROTA

La experiencia vivida está preñada de significativas lecciones. No hay que permitir que se perpetúe la situación de caos y desconcierto que han tenido sumido al movimiento popular. Hay que abrir las puertas al debate y a la discusión de los problemas, sin concesiones  al partidismo ni el grupismo. En esta hora, tenemos el deber de sumar voluntades ganando aliados para el pueblo a fin de impedir la dispersión y el aislamiento de las fuerzas más conscientes de la sociedad peruana.

Esto pasa por revisar lo actuado. Si Keiko Fujimori pudo alzarse con la victoria, fue porque no encontró ninguna resistencia. Durante 5 años recorrió el país en costosas campañas, capitalizando el descontento ciudadano y lanzando imprecaciones y dardos contra el gobierno en funciones. La Izquierda oficial no la enfrentó nunca. Incluso, en más de una ocasión, se sumó alegremente a la  vocinglería desatada por el fujimorismo contra  Ollanta Humala y Nadine Heredia, sin atreverse siquiera a hacer un deslinde con el  insidioso mensaje de la Mafia.

Y en el marco de la campaña electoral, tampoco la enfrentó. Dio por hecho que ella "ganaría" en primera vuelta, y busco apenas desplazar a otros para ocupar el puesto "placé" a fin de disputar con ella el balotaje de junio. La pugna entre los voceros de esa "izquierda" y los representantes de otros colectivos políticos por "el segundo lugar", fue siempre agresiva, y sólo consiguió que se afectaran uno al otro, al extremo que perdieran estimados ciudadanos. Eso explica que la lista de Fujimori alcanzara una aplastante votación parlamentaria. 

LA UNIDAD QUE HAY QUE CONSTRUIR

En esta coyuntura, las tareas del movimiento popular se hacen más necesarias y urgentes. La Unidad de la Izquierda es un propósito bueno. Pero hoy ella resultará insuficiente. Hay que unir a todas las fuerzas democráticas, a todos los sectores progresistas. Y hacerlo no son propósitos electorales, que entorpecen las acciones o distorsionan las propuestas. Hacerlo con verdadero sentido político, para elevar la lucha de los peruanos a niveles más altos.

En la perspectiva, será más necesario que nunca combatir en defensa de la economía popular y las libertades democráticas;  el respeto a los derechos humanos; la preservación de los recursos nacionales, la Independencia y la Soberanía;, que serán jaqueadas crecientemente por la clase dominante siempre dispuesta a ofrecer todo a la voracidad extranjera.

Y estas acciones deben ser desplegadas teniendo en cuenta la fragilidad actual del movimiento popular. Objetivamente, el pueblo carece de una Vanguardia Política que organice sus fuerzas, oriente sus luchas, coordine sus acciones y señale del derrotero de victoria.

El oportunismo y el electorerismo han cegado a las cúpulas partidistas de la "izquierda oficial" y la ha conducido a sucesivas derrotas.  Buscaron primero cobijarse tras el membrete electoral del Partido de Yehude Simon; cuando eso fracasó, tentaron fuerza en el denominado "Frente Popular"; cuando vieron que no lograrían sus propósitos, se fueron a una alianza sin principios con Democracia Directa; cuando eso se cayó, buscaron parapetarse en UNETE, que usaron para "negociar" un acuerdo electoral con Verónica Mendoza. Y cuando fracasaron en el empeño, volvió como "furgón de cola" del Frente Popular sin derecho a nada.. Ni  aportaron a la campaña con Cuadros propios o propuestas de clase. Simplemente "se sumaron" a un coche andando.

En las condiciones de hoy, entonces -y es doloroso decirlo- no existe una Izquierda seria que asuma sus responsabilidades y cumpla con su deberes de clase, que realmente convoque a los trabajadores y alienta y promueva sus luchas. Por eso ninguno de los dirigentes de esos "Partidos" ha logrado nada en la coyuntura. Ni siquiera han alcanzado algo los liderazgos sindicales, alejados completamente de la inquietud de sus bases. El único dirigente sindical que pudo participaren la brega –el Secretario General de la CUT- obtuvo una votación paupérrima, que no se condice con su condición de "líder" de los trabajadores en ningún nivel.

Por el Frente Amplio, sin embargo, lograron curules por Lima los candidatos mejor calificados: Marisa Glave, Manuel Dammert  e Indira Huilca.  A los dos últimos, tuvimos la posibilidad de respaldarlos activamente por sus calidades personales y políticas. Es de esperar ahora que, unidos a otros Cuadros procedentes del interior del país, puedan actuar como fuerza fiscalizadora y de oposición.

HAY QUE CERRARLE EL PASO A LA MAFIA

El movimiento popular no puede caer en el derrotismo. Tenemos importantes tareas relacionadas con nuestro país,  y el proceso emancipador de América Latina. Hoy está más claro que antes que el Imperio y sus agentes en la región pretenden derrocar al Gobierno Constitucional del Brasil derribando a Dilma Rousseff; y que enfilan sus agresivas baterías contra la Venezuela Bolivariana. Pronto apuntarán también contra la Revolución Ciudadana, del Ecuador y la Nicaragua Sandinista. Buscan obsesivamente lograr que América Latina vuelva a ser un coto cerrado del Imperio.

A la par que hay que levantar muy en alto la bandera solidaria de los pueblos de nuestro continente, hay que observar con cuidadosa responsabilidad el desenlace del proceso peruano.  En torno a él, numerosas personalidades del movimiento popular han sostenido con razón que el mayor peligro que se cierne sobre el país es la entronización de la Mafia Fujimorista en el Poder Ejecutivo. Así lo precisaron Verónica Mendoza, Guisela Ortiz en nombre de estudiantes de La Cantuta asesinados por el Grupo Colina; Indira Huilca, Genaro Ledesma y otras figuras del escenario peruano.

El Colectivo NO A KEIKO que jugara un rol destacado en el desenmascaramiento de la Mafia Keikista, los Colectivos Juveniles que aseguraran la grandiosa movilización del pasado 5 de abril; las redes sociales que están en la tarea; han ratificado su voluntad de perseverar en la intención de impedir que la Fujimori se alce con la victoria el 5 de junio.

Es natural que las organizaciones y los Partidos Políticos de uno u otro signo no tomen partido por una u otra candidatura para la próxima contienda. Ese es un derecho personal de cada ciudadano. Nadie tiene que indicar a nadie cómo debe votar. Es una decisión individual y respetable. Pero la dignidad, la ética y la defensa de los valores fundamentales de la vida, nos llevan objetivamente a enfrentar con todo a una Mafia Asesina que se alza para destruir lo avanzado y atormentar a los peruanos.

UN PRIMERO DE MAYO CON LA BANDERA EN ALTO

Estando en ciernes la celebración del 1 de Mayo, queremos saludar a los trabajadores del Perú y el mundo, y exhortarlos a continuar en la lucha contra la explotación capitalista y por la liberación humana.

Lima, 21 de abril del 2016   

El Centro de Estudios Democracia, Independencia y Soberanía.


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