sábado, 18 de junio de 2011

ELECCIONES 2011: ¿QUIEN PERDIÓ?, ¿QUIEN GANÓ?


Por Ascencio Canchari Sulca

El proceso electoral vivido recientemente nos ha dejado una buena lección, y tenemos que aprender de ella para encaminarnos hacia el futuro. Lo primero que se ha constatado en este proceso electoral es que la clase dominante, la burguesía peruana, ya no puede actuar en su propio terreno, en el terreno del liberalismo; y ahora tiene que actuar en terreno ajeno, en el terreno del socialismo, en el terreno del proletariado. Y lo segundo que se ha demostrado también, hoy como ayer, es que está de moda todavía el líder carismático y apuesto y de poses ensayadas, que capte los votos de jóvenes educados y de damas de bien. Pero la juventud tiene calor de unos minutos, y ya se derrumbó, la idea o la imagen de la mujer de cabellos largos e ideas cortas.

En el trabajo político el continuismo y la restauración como salvación han primado ante la transformación como resurgimiento. En el trabajo doctrinario, el socialismo burgués ha primado sobre el socialismo proletario. Es la necesidad histórica de contener a las masas la que le ha permitido el generoso crédito electoral. Eso en la base; y un cambio flexible y oportuno en la fachada, una sagaz asesoría internacional y un generoso apoyo financiero han hecho el resto. Ahora, el socialismo burgués tiene que someterse al orden económico-financiero internacional, y hasta quien sabe; se someta abiertamente a las exigencias del Fondo Monetario Internacional, y seguirá así, sólo para hundirse con el sistema mismo. Su victoria electoral es una victoria táctica, pero también una derrota estratégica. Han ganado los salvadores de la patria, pero apenas tomen el mando ¿quién los salvará? Eso ni para que adivinarlo. Sólo basta ver al gobierno saliente.

En cambio, la perspectiva del resurgimiento comienza ya a calar en el pueblo peruano. Ahora tal vez sea el grupo proletario la que cabe en un sillón, pero ha recuperado su posición inicial, la de actuar en su propio terreno. Y ésta sí que es una victoria estratégica y de inmensas perspectivas; y como ésta está ligada al cambio social, su fuerza ha de crecer conforme el pueblo “tenga una voluntad” para organizarla y actuarla.

Siempre nos hemos dicho que “la solución del problema indígena tiene que ser una solución social y sus realizadores deben ser los propios indios”, y que estos mismos indios serían los realizadores de una gran experiencia de validez universal. Nos reafirmamos en ello. Hemos dicho también que la liberación de los trabajadores de la opresión no puede venir de afuera; los trabajadores mismos, con su lucha, con su movimiento, con su agitación, deben aprender a resolver un viejo y a la vez nuevo problema histórico; y cuanto más difícil, grande y de responsabilidad sea este viejo y nuevo problema histórico, tanto mayor debe ser el número de personas, de miles, de millones de personas que se debe atraer para que participen con independencia en la solución de este problema.

Tomando las palabras del amauta Mariátegui diríamos que nuestro ideal, no debe ser el ideal de un Perú Colonial ni de un Perú Incaico sino de un Perú Integral. Un Perú Integral en donde la reivindicación principal es la del trabajo. Es la de las clases trabajadoras, sin distinción de costa ni de sierra, de indio ni de cholo. Así de simple.

NOTA: Publicado en el diario regional “LA CALLE” el 09-06-2011; bajo el título de “Burgueses y Proletarios”. En esta oportunidad, en su versión electrónica, solamente hemos cambiado el título y ordenado e integrado los párrafos para una mejor comprensión.

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