domingo, 25 de septiembre de 2011

TENDENCIAS Y GRUPOS



Para hacer realidad el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana, la base práctica parte de nuestra realidad política. Actualmente, a lo largo y ancho del país activan diferentes tendencias y grupos definidos que se reclaman del Socialismo Peruano. Son la base actual para la preparación de la organización a nivel nacional. Son la base para lograr la “unidad en la diversidad”; son la base para el trabajo colectivo partiendo de un “acuerdo en lo fundamental”, clave para todo tipo de trabajo y que muestra la primacía del factor humano. Para ello se requiere el análisis del concepto de tendencia y grupo. Cuándo son sectas (escuelas, secciones) que impulsan la actividad y cuándo la frenan. Cuándo el término secta deviene peyorativo, despreciativo.

Toda actividad humana, sea en la naturaleza, en la sociedad, en el pensamiento, se realiza como lucha de contrarios. Surge un proyecto y de inmediato surge como contradictorio. Estudiando los proyectos políticos de nuestro país, se constata que han triunfado resolviendo contradicciones internas y externas. Y la derrota de ellos nos enseña más que los éxitos. Para no ir muy lejos, la insurgencia pasada, pagada con sangre, nos enseña más que si hubiera triunfado. Fue derrotada por haber devenido plagio, burda imitación en su orientación, no obstante el heroísmo y sacrificio del pueblo peruano.

Ahora el pueblo trabajador está desorganizado a nivel nacional. Sin embargo, muchos grupos activan a lo largo y ancho del país. Unos han devenido grupos (p.e. los PP.CC, Centrales Sindicales); otros han surgido como nuevos grupos (la gran mayoría) Todos ellos actúan como sectas. Pero ¿por qué son sectas?

La característica práctica general es que orgánicamente son grupos minoritarios. Unos, porque han devenido cúpulas que ya no cuentan con respaldo de bases. Otros, porque han surgido por iniciativa hasta individual, con fisonomía estudiantil, literaria, artística, informativa, cultural, otras, pero no han podido expandir su radio de actividad local. Su lucha es por el reconocimiento orgánico y aceptación de su realidad actual.

Estos grupos minoritarios actúan políticamente apoyando la actividad del grupo, movimiento, partido que se presente como “del pueblo, por el pueblo, para el pueblo”. Basta que se presente o sea presentado como “de izquierda” para darle su adhesión, su colaboración, su apoyo, sin formar o no poder formar parte orgánica de él. Para conservar su fisonomía, al manifestar su adhesión se presentan como sus consejeros y críticos.

Pero son sectas no porque sean grupos minoritarios sino porque, tras su actividad específica tienen una orientación común. Independientemente adhieren abierta o tácitamente al materialismo, al marxismo, al comunismo, al socialismo. Tienen en general una orientación ideológica común. Pero esta orientación común tiene dos aspectos. La verdad universal, acumulado histórico del proletariado internacional; y la verdad particular, acumulado histórico del proletariado nacional. Y la experiencia histórica señala que la adhesión a la teoría internacional no basta, pues ésta se nutre del desarrollo de la teoría nacional. Sin teoría nacional, país por país, no hay teoría internacional. Por eso esta teoría internacional no puede ser tomada como dogma sino guía para la acción.

Entonces ¿qué son sectas? Escuetamente, puede decirse que son grupos separados pero que siguen una orientación general. (Secta, de sequi =seguir. Secta, de sectus = corte) Y existen por dos razones. Porque no existe un organismo central o porque rechazan su dirección. En 1930 el Socialismo Peruano, basado en nuestra verdad particular, fue desplazado por la verdad universal. En la segunda mitad del siglo pasado, el seudo internacionalismo fue cuestionado y surgieron disidencias, tendencias, grupos. Así, en nuestra realidad actual, como hace ocho décadas, el primer caso es el vigente: no hay organización nacional. Y por eso está vigente el llamado de JCM (01.05.24):

-La variedad de tendencias y la diversidad de matices ideológicos es inevitable en esta inmensa legión humana que se llama el proletariado.
-La existencia de tendencias y grupos definidos no es un mal; es, por el contrario la señal de un período avanzado del proceso revolucionario.
-Lo que importa es que esos grupos y esas tendencias sepan entenderse ante la realidad concreta del día.
-Que no se esterilicen bizantinamente en exconfesiones y excomuniones recíprocas.
-Que no alejen a las masas con el espectáculo de las querellas dogmáticas de sus predicadores.
-Que no empleen sus armas ni dilapiden su tiempo en herirse unos a otros, sino en combatir el orden social, sus instituciones, sus injusticias y sus crímenes.

Entonces, ahora estas tendencias y grupos definidos tampoco son un mal. Jugaron y juegan, en su mayoría, un rol positivo. Existen porque no existe un organismo central. Y lo que importa es que sepan entenderse ante la realidad concreta actual. La clave está en dejar de combatirse mutuamente y centrarse en combatir el orden social vigente.

Sin estas tendencias y grupos no puede darse el paso siguiente, la organización central. Marx hizo el recuento de este paso a dar: “La Internacional se fundó para reemplazar las sectas socialistas o semisocialistas por una verdadera organización de lucha de la clase obrera. Los primitivos Estatutos y el Mensaje Inaugural lo demuestran a primera vista. Por otra parte, los internacionalistas no podrían haberse mantenido si el curso mismo de la historia no hubiera destruido ya el sistema de sectas. El desarrollo del sistema de las sectas socialistas y el del verdadero movimiento obrero siempre están en relación inversa entre sí. Mientras se justifica (históricamente) la existencia de las sectas, la clase obrera no está aún madura para un movimiento histórico independiente. Tan pronto como alcanza su madurez, todas las sectas son esencialmente reaccionarias. Sin embargo, lo que la historia ha demostrado en todas partes, se repitió dentro de la Internacional. Lo anticuado intenta restablecerse y mantenerse dentro de la nueva forma adquirida.” (Carta de Marx a Bolte, norteamericano integrante del anterior Comité Central, 23.11.871)

Posiblemente JCM no conoció este comentario de Marx, pero su filiación le hizo llegar a las mismas conclusiones. Los grupos de comienzos del siglo pasado existían de manera independiente pero, como ahora, se requería de la acción conjunta porque maduraba el movimiento proletario ante la crisis a enfrentar.

Lograda la centralización de la organización, ¿desaparecerán las luchas, los grupos? De ninguna manera. Los grupos que rechacen la centralización, quedarán por fuera y ante el crecimiento de la organización a nivel nacional quedarán como grupos aislados. Los grupos que se incorporen proseguirán su orientación inicial porque “lo anticuado intenta restablecerse y mantenerse dentro de la nueva forma adquirida”. Se forma una nueva unidad, e inmediatamente se forma como unidad de contrarios.

Este paso de centralización es de centralización de las ideas correctas. Y las ideas correctas son concretas: combatir el orden social, sus instituciones, sus injusticias y sus crímenes. Estas ideas concretas son invitación a la acción. Y el marxismo es teoría más acción. Por eso la presente serie debe tratar también este importante tema, la acción.

Ragarro
13.07.11

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