lunes, 19 de agosto de 2013

REYNALDO FÉLIX RICAPA

Lima, 17 agosto 2013
Estimados compañeros, colegas y amigos:

En la fecha de su nacimiento de mi padre REYNALDO FELIX RICAPA, comparto con ustedes una brillante Semblanza escrita por uno de los más destacados intelectuales del Socialismo Peruano en su tercera Generación, Ramón García Rodríguez. En una síntesis magistral define con claridad meridiana las cualidades del maestro Reynaldo Félix.

Bien informado, el autor da cuenta del proceso de su preparación y definición como maestro de escuela para cumplir dignamente su rol generacional, viviendo productivamente en lucha contestataria por un nuevo orden social, siguiendo el Camino de Mariátegui con el ilustre maestro don German Caro Ríos, José Marcos Godiño, José Contreras, Arcadio Arteaga, Josefa Placencia, Eutimio Caro, Raúl Córdova, y muchos otros más. He ahí a los maestros que aplicaron la Escuela de Estudio y Trabajo en Coeducación, en los centros escolares donde trabajaban (Huayopampa, La Perla Chaupis, Pallac, La Florida-Pampas).

Sobre la fructífera labor pedagógica y sindical del maestro Reynaldo Félix, hay diversos testimonios, entre ellos del maestro Eutimio Caro; Josefa Placencia, Miguel Aragón, Ernesto Torres, entre otros. Una vez sistematizado y centralizado en un documento, se difundirá para el conocimiento de la comunidad.

El documento adjunto fue difundido en el Boletín de VERTIENTE al año del fallecimiento del maestro Reynaldo.

Un fuerte abrazo para todos, en memoria de mi padre, maestro de toda la vida.

José Félix Damián
170813



REYNALDO FÉLIX RICAPA

1921 – 17 AGOSTO - 2002


“Me iré con tiempo cumplido
 y partido terminado”
RFR

LA FRAGUA: 1921 – 1944

Hace un año partía don Reynaldo, comunero de Rauma, escolar de Canta, Secundario en el Guadalupe, preparado como trabajador de la enseñanza en el Pedagógico de Lima. Una simple reseña como ésta nada dice o dice mucho. Muchos tienen un derrotero similar. Pero la diferencia radica en el ejemplo del hogar, en la influencia de su tiempo, y sobre todo en su propia decisión. El haber perdido a su madre  temprana edad fue su primera conmoción; pero así conoció del esfuerzo paterno, que lo supo guiar para enfrentar la dura realidad. La muerte de un gran visionario conmocionó el país hasta es sus más pequeños rincones, y es de seguro que el niño hasta se preguntara por el significado del vocablo Amauta, que se difundía sin traducción. Ya joven, pensando en el terruño y la mejor opción para colaborar en su desarrollo, tomó su propia decisión de orientarse al magisterio. Encinas, Mariátegui, Makarenko fueron sus mejores maestros en el poema pedagógico que lo guiaba. Así se graduaba, pleno de vocación, energía y entusiasmo en 1944.
EL TRABAJO: 1945 – 1960

Dos años de ardua labor renovadora lo hicieron merecedor del cargo de Director de Escuela. Y comenzó a integrar una pléyade de ilustres maestros, luchadores por la enseñanza nueva como Germán Caro, José Contreras, Marcos Godiño, Raúl Córdova, y otros más de singular talla y empuje. En su propio medio luchó (trabajar es luchar) por mejorar la infraestructura escolar (aulas apropiadas, campos deportivos, huertos escolares, talleres de aprendizaje), y alegrar el estudio con concursos de emulación y recreaciones sanas. Su guía era el método de la nueva educación, tanto de estudio y trabajo como de coeducación. Precisamente, La Escuela de Estudio y Trabajo en Coeducación es la mejor síntesis de este esfuerzo conjunto.

LA VISIÓN: 1960 – 1970

La  Escuela Nueva es el Proyecto para el Perú Nuevo en el Mundo Nuevo. Pero su implantación desde el viejo orden es la mejor vitrina de exhibición de lo que ha de ser el Perú Nuevo en la sociedad nueva. Por eso, esta lucha esforzada tenía que plasmarse, y se plasmó en organización. El Frente Clasista Magisterial dio un vuelco en la visión del maestro, de “apóstol” sufriente en la vieja sociedad a combativo trabajador de la enseñanza que lucha, en pensamiento y acción por el cambio social. Don Reynaldo supo estar en las primeras filas de esta labor organizadora. Así el trabajo de docencia se amplía con su participación gremial activa (FCM, SUTEP) y reivindicativa social en el frente de masas. Y es que sólo los visionarios son capaces de vislumbrar una realidad potencial, una realidad superior, una realidad imaginaria, y de luchar por hacerla realidad concreta.

EL ENSUEÑO: 1970 – 1985

La gestión de la generación de don Reynaldo, en 1970 daba paso a una nueva generación, a una nueva promoción. Pero ningún luchador social se jubila. Sólo cambia de lugar en la escena, de primer a segundo plano. Sólo cambia de la visión al ensueño, pues “los jóvenes tendrán visiones, los viejos tendrán ensueños” dice un antiguo proverbio. Aún con gran vitalidad y experiencia adquirida, don Reynaldo continúo su trabajo, dando ejemplo y dando consejos, cuando la situación del país no era propicia, por la desesperación de la reacción y por la desesperación de parte de la población. En años aciagos es cuando más se requiere del trabajar soñando. Sólo en el 85 culminó su trabajo profesional, para continuar su trabajo más allá de la escuela, más allá de su Rauma querida, más allá, más allá.

LA INVITACIÓN: 1985 – 2002

Don Reynaldo se graduaba en 1944, justo cuando aparecía la segunda edición de los 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana. Lo adquirió de inmediato, y fue su libro de cabecera, el más apreciado de tantos otros libros importantes que adquirió, estudió, y cuidó de sistemáticas requisas. Esa segunda edición señalaba la preparación de otro libro del Amauta, Invitación a la Vida Heroica, que precisamente por el 85 concitó la mayor atención como trabajo esencial para comprender el papel del individuo en la historia. De no haber sido por esa adquisición y conservación, el trabajo de sistematización de la obra de JCM hubiera tardado más. Y la vida de don Reynaldo y de todo luchador es siempre esa invitación.

Cuando Jenny Von Westfalen, compañera de vida y de lucha de Carlos Marx, falleció, Engels comentó: “También el Moro ha muerto”. Efectivamente, Marx no resistió mucho tiempo la soledad. Y cuando doña Julia Damián Suárez, su compañera de vida y de lucha, falleció, también don Reynaldo comenzó a partir. “ Hoy no hago sino soportar el dolor que me aqueja”, declaró. Al poco tiempo partió “con tiempo cumplido y partido terminado”.

Ésta es una vida de trabajo, de lucha, que debemos recordar siempre.

Ramón García R.
Bogotá-Colombia, 30 Marzo 2003.


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