domingo, 20 de septiembre de 2015

PANAMÁ EN DOS ACTOS




En todas partes se cuecen habas…

PANAMÁ, UNO:

¿POR QUÉ PEDRARIAS DÁVILA FUNDÓ LA
CIUDAD DE PANAMÁ EN EL SITIO ORIGINAL?

Por Olmedo Beluche

Cada 15 de agosto escuchamos los mismos cantos laudatorios a Pedro Arias Dávila o Pedrarias, primer gobernador y fundador de la ciudad de Panamá, junto con la ya gastada frase de la “abundancia de peces y mariposas”, como significado que los pobladores originarios daban a ese lugar, y vemos repetida mil veces la imagen de la torre medio derruida por culpa del tiempo y del pirata Morgan.

Quienes tienen acceso a estudios más especializados, han conocido gracias a Alfredo Castillero Calvo, que Pedrarias obedecía las instrucciones dadas por el rey Fernando el Católico para que, además de encontrar un paso entre los dos mares, que facilitara la navegación hacia Oriente, fundara ciudades que aseguraran el control político del espacio geográfico. De ahí que, desde su llegada a Santa María La Antigua, emplazada en el golfo de Urabá, buscó un lugar para una ciudad en el Mar del Sur que se relacionara con otra cercana en el Caribe.

En pocos años quedó establecido que la colonización debía dirigirse, en ese momento inicial, hacia el occidente de La Antigua, y no tardó en fundar cuatro ciudades relacionadas: Nombre de Dios en el Caribe, Panamá en el Pacífico, Natá hacia Veraguas y Fonseca más al occidente todavía (en lo que hoy es Chiriquí). Dávila, con esa “cruz axial” (al decir de Castillero), impuesta sobre la geografía del Istmo, marcó el nacimiento de Panamá como eje de la economía y cultura transitista a la que se supeditó el resto de la región. Para una mayor información al respecto, recomendamos leer la Historia General de Panamá (Volumen 1, Tomo 1), compilada por Castillero.

Pero Castillero nos da la explicación eficiente, respecto al eje norte-sur y este-oeste, de la ubicación de estas ciudades, es decir la lógica general que había tras el eje transitista, pero no aclara el porqué de esa ubicación precisa de la ciudad de Panamá, es decir, no da la explicación concreta.

Desde el punto de vista de los objetivos de la conquista española, fortificación y control, hay que decir que la ubicación fue mala, errónea, como luego lo probaría el propio Morgan. La ciudad carecía de puerto o fondeadero para barcos de algún calado. Tampoco estaba emplazada en una colina o cerro que facilitara su defensa y control del entorno. Estaba junto a dos pequeños ríos, pero en medio de pantanos y mangle. Cualquiera que visite hoy las ruinas de Panamá La Vieja, puede apreciar con sus propios ojos y un poco de razonamiento cuan malo fue el emplazamiento elegido por Pedrarias Dávila.

Podría argumentarse que no había buenos sitios en la costa del Pacífico panameño, pero la destrucción de la ciudad vieja y la fundación de la nueva a fines del siglo XVII, muestra que el emplazamiento último era mejor: en una colina fortificable, protegida por el Cerro Ancón, cerca de La Boca, como pequeño puerto, y de las islas de Naos, Perico y Flamenco como fondeaderos de calado.

Además se sabe que en la historia de las conquistas de las sociedades humanas, los conquistadores no suelen inventarse emplazamientos a sus ciudades, sino que suelen guiarse por la experiencia de las poblaciones originarias que han elegido determinados lugares por características positivas. En eso no hay improvisación, los conquistadores aprenden y se aprovechan de los pueblos conquistados.

Castillero aclara que además Dávila traía instrucciones para que las ciudades de colonos españoles fueran establecidas en las cercanías de poblados indígenas, para asegurar la provisión de mano de obra. Natá, pueblo de hispanos, Penonomé y Olá, pueblos de “indios”. Así mismo, junto a Panamá se establecieron Taboga, Otoque, Cerro Cabra y Chepo como poblados de indígenas disponibles como mano de obra para la ciudad.

La respuesta a nuestra pregunta la encontramos en una carta del propio Pedrarias Dávila a la Corona de 1516, citada al parecer por el cronista Oviedo, y posteriormente incluso por José D. Moscote en la revista Cuasimodo, también en el diario Panamá América de 18 de agosto de 2007. Dice Dávila:

"el cacique que agora es de Panamá se dice Cori. Este e todos sus antepasados son grandes fundidores de oro e maestros en labrarlo e hacen allí muy gentiles piezas; y como todos cuantos caciques hay en su contorno y de lejos de su provincia cuando quieren labrar algunas piezas de oro e facer algunas cosas sutiles van allí, tienen ya por costumbre de gran tiempo decir que el oro que tienen lo traen de Panamá; y así preguntando a cualquier cacique que el oro que tiene de donde lo trae, responde que de Panamá. Toda la fama es de Panamá, aunque cójenlo ellos en sus mismas tierras, porque en Panamá no se coje ningún oro ni lo hay".

Es decir, la ciudad de Panamá, La Vieja, se fundó en una aldea indígena de orfebres. Aquí no había minas de oro, pero se tallaban las piezas y se hacían joyas para otras comunidades. Esa era la especialización del cacique Panamá.

No olvidemos que, además del paso hacia el Oriente, la búsqueda de oro era el otro móvil de los españoles, ese fue el objetivo que trajo a este lugar a Pedrarias.

De manera que, Natá se funda con miras a la explotación de las minas de oro del norte de Coclé, y Panamá como lugar de fundición y trabajo del oro, a donde debería llegar el oro proveniente de otras partes del Istmo, si no fuera porque las cabalgadas habían exterminado a las poblaciones originarias.

Creo que ahora sí podemos comprender cabalmente la razón eficiente y la razón concreta de la fundación de Panamá en el lugar en que estaba aquel 15 de agosto de 1519.
Panamá, 15 de agosto de 2015

de: Olmedo Beluche olmedobeluche@yahoo.es [nuestramerica] <nuestramerica@yahoogrupos.com.mx>
fecha: 16 de agosto de 2015, 5:00
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PANAMA, DOS:
LOS NUEVOS (O LOS MISMOS VIEJOS) DUEÑOS DE PANAMÁ

Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la
Universidad de Panamá e investigador asociado del CELA

Los clásicos de la economía política distinguieron bien entre los capitalistas y rentistas. Los capitalistas agregan riqueza a la economía explotando a los trabajadores (obreros). Los rentistas explotan a obreros y a capitalistas, por igual, pero sin agregar nueva riqueza. Los clásicos, sobre todo Ricardo, veían con malos ojos a los rentistas y, en especial, a los terratenientes. Cuando terció Marx en el debate, varias décadas más tarde, capitalista y rentista ya eran aliados en los partidos del “orden” de Europa (los conservadores).

En la actualidad, en el caso de América latina los rentistas se han refugiado en el monopolio de las finanzas. Han desaparecido los terratenientes como clase rentista poderosa (con las excepciones que hacen la regla). En el caso de Panamá, la fuente de la renta principal es su posición geográfica. Quien controla la ruta, así como toda la infraestructura que se construye sobre ella, recibe una renta muy elevada: Los españoles, ingleses, norteamericanos y, ahora, el Estado panameño lo entendieron -y entienden- muy bien.

El Estado es la correlación de fuerzas entre las diferentes clases sociales que definen un territorio como propio. En el caso de Panamá, el Estado es una lucha entre los sectores “populares” y los sectores “oligarcas”. Como consecuencia de la invasión militar norteamericana de 1989, el sector “oligarca” rentista se impuso sobre los demás en el marco del Estado. Esta ventaja, le permite controlar al gobierno panameño y sus diferentes aparatos. Sobre todo el uso de la violencia (Policía, Senafront y otros), la recolección de tributos (MEF), la educación, los medios de comunicación y sus discursos culturales, las finanzas (incluyendo lavado de dinero) y, por supuesto, las rentas que provienen del Canal de Panamá, los puertos y toda la infraestructura restante.
A diferencia de la gran mayoría de los otros países latinoamericanos (o del mundo), en el caso de Panamá las rentas (provenientes de la posición geográfica) constituyen una parte muy importante tanto del total de las riquezas que produce el país como de los ingresos del fisco. A su vez, estas rentas son depositadas en múltiples actividades financieras-especulativas a través de una red bancaria nacional e internacional: construcción, casinos, valores y acciones a futuro y otras áreas grises.

Estas son las fuentes de riqueza que se apropian los rentistas “oligarcas” panameños a través de su posición de dominación relativa en el Estado, que les permite controlar los gobiernos de turno y los aparatos represivos. ¿Quiénes son los capitalistas en Panamá? Por otro, ¿quiénes son los trabajadores (obreros)? Además, Panamá forma parte de un sistema capitalista global que considera el Canal de Panamá parte de su red para seguir acumulando riquezas.

Los capitalistas panameños son una fracción de la “oligarquía” que tuvo un proyecto de “hegemonía” a mediados del siglo pasado. En sus luchas con los rentistas lograron apoderarse del gobierno mediante un golpe militar en 1968. El período militar -que se extendió hasta fines de la década de 1980- fue conflictivo pero se lograron objetivos muy importantes bajo el liderazgo del general Torrijos: la descolonización de Panamá y la entrega del Canal de Panamá por parte de EEUU. Ese período convulso también vio aparecer con mucha fuerza un movimiento popular que apoyó los planteamientos nacionalistas de la “burguesía capitalista” que promovía la creación de un mercado nacional.

La nueva clase obrera panameña le dio un enorme impulso al desarrollo capitalista. Los trabajadores hacían demandas de alimentos, vivienda, transporte, salud y educación. La nueva clase burguesa satisfacía estas demandas -que generaban crecientes ganancias- ampliando la frontera agrícola y produciendo más mercancías para su consumo. Una nueva clase se instalaba en el poder, mediatizada por el poder militar. La burguesía empoderada sumó a las fracciones de los trabajadores en una alianza “populista”. Al mismo tiempo, la clase obrera hacia nuevas demandas que trascendían lo económico y social. Sus luchas y reivindicaciones cambiaron la correlación de fuerzas. Los trabajadores querían una democracia (participativa).

Las demandas asustaron a la burguesía y, también, a los rentistas que habían sido desplazados del poder político después del golpe militar. Los rentistas lograron sumar a la alianza de la reacción (“los asustados”) a EEUU que por diversas razones decidió descartar su pacto de dos décadas con los militares panameños.

La invasión de EEUU les devolvió a los rentistas oligarcas su “hegemonía perdida” que aún conservan en 2015.
10 de septiembre de 2015.

Guillermo C. Cohen-DeGovia
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Enviado por: "Guillermo C. Cohen-DeGovia" allelon@operamail.com
[nuestramerica] PANAMA: Los nuevos (o los mismos viejos) dueños de Panamá
'Guillermo C. Cohen-DeGovia' allelon@operamail.com [nuestramerica] <nuestramerica@yahoogrupos.com.mx>
16 de septiembre 8:27
para Nuestramérica
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COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
19 de septiembre de 2015

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