viernes, 5 de febrero de 2016

ELECCIONES 2016. VLADIMIR CERRÓN: UN CANDIDATO QUE APUESTA POR EL CAMBIO




Escribe:  Carlos Aguilar

Tenía 19 años cuando encontraron a su padre sin vida en un campo desierto en la provincia de Jauja en 1990. Vladimir Cerrón Rojas, candidato presidencial de Perú Libertario,  cree que la muerte de su progenitor no solo lo marcó emocionalmente sino también fortaleció sus convicciones políticas.  
  
 El candidato presidencial cuenta que su padre Jaime Cerrón Palomino fue vicerrector de la Universidad Nacional del Centro del Perú de Huancayo, dirigente de izquierda muy conocido en la región, pero que no militó en partido alguno pese a la popularidad que tuvo.     

El 8 de junio de 1990 el catedrático Jaime Cerrón fue secuestrado. Diez días después su cuerpo fue hallado en un paraje de Jauja. Han pasado desde entonces 25 años de su asesinato y hasta ahora nadie sabe por qué o quiénes lo mataron. Vladimir Cerrón sospecha que fue un grupo paramilitar llamado “Escorpio” quien torturó y asesinó a su padre.  

Rumbo a Cuba

Con 20 años de edad Vladimir Cerrón se fue becado a Cuba a estudiar  medicina humana. La carrera de ingeniería que estudiaba en Huancayo la abandonó porque, explica, en el fondo siempre quiso sanar a los enfermos. En La Habana, Cerrón maduró sus ideas políticas al mismo tiempo que se hizo un médico. Varios años después regresó al país acompañado de la doctora cubana Elizabeth Páez, su actual esposa.   

El 2006 fue su oportunidad de ingresar a la política, cuando le ofrecen postular como candidato al gobierno regional de Junín por el movimiento Perú Libre. El 2010 vuelve a competir en las regionales para esta vez ganar y quedarse en dicho cargo hasta el 2014.   

Sin embargo, su gestión ha sido cuestionada y su imagen no  ha sido bien percibida por un grueso de la población huancaína. Incluso surgieron denuncias en su contra que, aunque no han sido acogidas formalmente por el Ministerio Público, las dudas no han sido aclaradas a decir de sus detractores.   

Todos son iguales

En su defensa, Cerrón afirma que no existe político que esté ajeno a ser denunciado. Jura que jamás ha tomado un sol de las arcas del gobierno regional de Junín para uso personal o para la creación de su partido.   

Al ex funcionario regional no le preocupa que hablen de él, resta importancia a las críticas por el retraso en la culminación de las obras en su gestión. Asegura que jamás hizo negocios con Martín Belaunde Lossio, procesado por el presunto delito de asociación ilícita y peculado, y espionaje o denominado “caso Centralita”.  

Sostiene que solo vio dos veces a Martín Belaunde Lossio. La primera cuando vino a Lima a pedir ayuda a los medios de comunicación al ser despedido arbitrariamente del seguro de salud. Conoció al empresario en el local del diario La Primera, ahora llamado UNO.

 La segunda vez fue en el 2011 cuando le pidieron que Perú Libertario apoye en la segunda vuelta al entonces candidato Ollanta Humala. Cerrón aceptó y no por Humala sino –dice– por su posición antifujimorista. 

Sin embargo, existen fotografías que demuestran que Cerrón Rojas y su esposa Elizabeth Páez conocían a Belaunde Lossio. Estas imágenes fueron publicadas como parte de un informe del portal La Mula.pe. En dicha publicación se afirmaba que Cerrón y Belaunde Lossio visitaban al congresista nacionalista Víctor Isla.

A Vladimir Cerrón la adhesión al Partido Nacionalista solo le duró seis meses, pues él señala, sin ofrecer detalles, que “hubo irregularidades que no podían permitirse” en una organización política.     

Al candidato presidencial no le entran balas ni cuando la comisión parlamentaria lo interrogó por las presuntas actividades ilícitas del ex asesor Martín Belaunde Lossio. En dicha comisión se halló responsabilidad administrativa y penal al ex presidente de esa región Vladimir Cerrón por los presuntos delitos de asociación ilícita para delinquir y colusión.   

Según el grupo investigador, SIMA (Servicios Industriales de La Marina) suscribió un convenio con el gobierno regional de Junín y posteriormente lo hizo con las subcontratistas que en realidad eran empresas de propiedad de Martín Belaunde Lossio.

Pese a este aparente vínculo, Cerrón dice que no tiene nada que ocultar y que si la prensa quiere una explicación, pues que se la pidan al SIMA.  

De otro lado, dice ser un político de la izquierda provinciana del Perú y no de las izquierdas limeñas porque se dejan financiar por ONG. Según afirma el candidato presidencial, esto no puede ser posible, ya que esos recursos vienen de los Estados Unidos que “es el imperialismo y la verdadera  izquierda es antimperialista”. 

Ha señalado que todos los seres humanos tienen el derecho de hacer con su vida lo que deseen. Sin embargo, dice estar en contra de la Unión Civil porque es “el eslabón para que los homosexuales puedan adoptar niños”. 

Por eso Cerrón dice estar en contra de este proyecto de ley de de Unión Civil  “porque a los niños no se les puede criar en un escenario que no es natural”.  “Si quieren la Unión Civil que renuncien a la adopción de niños”, declaró, y agregó que no es homofóbico. 

No obstante su posición de rechazo a la Unión Civil, Cerrón dice que el aborto en los casos de violación sexual debería ser un tema a debatirse.


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